Datos de la autora:
Juliana Santiago Rodríguez es una chica de 13 años que vive
enorgullecida de sus raíces, lengua y creencias. Cursa el octavo grado y desde
muy pequeña le gusta aprender de su país y su lengua vernácula. Su admiración
por Gabriel García Márquez crece cada vez que lee su obra. Su mayor deseo es
que la juventud puertorriqueña conozca su lengua y la ame.
Dedicatoria póstuma: Gabriel García Márquez
Fue un escritor colombiano que dejó a la
comunidad latina marcada para siempre;
rompió con barreras, fue
dictador en la literatura, esclavo de su pasado y se convirtió en una figura
permanente para la juventud del futuro. Su fuerte era
el realismo mágico, área donde desempeñó el grueso de sus obras. Tuvo una infancia desgarradora, sin embargo no hay duda de que
el hecho de no tener una figura paterna, la violencia sufrida
y el fallecimiento de su madre no fueron impedimento para que extendiese sus
alas y volara. El amor, trabajo y dolor formaron
parte de su juventud, pero también de su vida en general. Una de las razones por las cuales me encanta
como escritor es por su sentido del humor y su punto de vista respecto a muchas
cosas. El ganador de múltiples premios,
entre ellos el premio Nobel de Literatura, no le daba importancia a las cosas cotidianas,
sino que de ellas sacaba una profunda historia que desmantela la realidad que
como sociedad o personas nunca hemos querido aceptar. No me cabe duda de que
una de sus intenciones principales era inyectarle a la
juventud y a las nuevas generaciones la importancia de la
literatura y el español. Como juventud es importante, pertinente, que
no nos olvidemos de lo grande que fue este
escritor latino. La literatura nutre, abunda, aporta y nos
hace seres humanos conocedores del dolor, amor, felicidad, sueños, empatía,
tolerancia, violencia y rencor sin necesidad de sentirlo directamente. Para mí sus historias son una experiencia sensorial. Te hacen
sentir, compadecer y hasta amar como
lo hace cada personaje. Esto es
algo único, especial e irremplazable. Jamás nos olvidemos de la importancia de nuestra
lengua. Cuando hablamos del español hablamos de patria, corazón y amor. Es algo
de lo que sin duda nos deberíamos sentir orgullosos.
Es importante conocerlo,
amarlo y qué
mejor ejemplo que este caballero, quien vivía
enorgullecido de su lengua, su país y sus raíces. Que nosotros como
institución podamos seguir este ejemplo.
Permitamos que el español se vuelva parte de nuestras vidas y que más allá lo
podamos hacer nuestro. Que nos podamos dar cuenta de sus pequeños recovecos o
espacios debajo de la alfombra. Que
como él nos contaba parte de su vida a través de su obra, nosotros podamos relatar la historia de una
generación que se levanta para enriquecerse con historia, su lengua y su
idioma. Este gran escritor, permanece vivo cada vez que le leemos. Me parece
pertinente dejarle saber a la juventud que dentro de un libro, con un poco
de polvo, pueden encontrar una historia que se relacione con
su vida. Por todo lo
que representa este maravilloso
hombre como escritor, crítico
y un buen caballero con experiencia,
hoy le dedicamos la semana de la lengua española. Gracias Gabriel, gracias por
tu legado, por tu orgullo,
esfuerzo y dedicación.
-Juliana Santiago Rodríguez © 2018
**Textos y fotografía pertenecen en su totalidad a Juliana Santiago Rodríguez
Por favor, no utilice ni publique sin autorización previa del autor invitado.
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