«Dios nos protegerá, Dios borrará las pistas y tendrá compasión. Pero a veces Dios no tiene compasión. A veces Dios juega a un juego cruel. Quizá porque toda la naturaleza lleva dentro la necesidad de destruir. También la suya».
«Elisabetta ha vivido siempre en el hogar de su niñez y desde entonces todos los veranos prepara mermelada con los albaricoques del árbol de su jardín. Conserva un tarro de cada año, igual que conserva vivo los recuerdos de su primer amor, de su pequeña tortuga y del día en que todo cambió cuando sus padres y hermanas fueron deportados por la SS.
Cuando la joven y reservada bailarina Pola llega para vivir en la habitación que alquila la anciana, ambas mujeres descubrirán juntas que solo resolviendo los conflictos que las atormentan podrán por fin hacer las pases con el pasado».
RESEÑA
Título: Tiempo de albaricoques
Autora: Beate Teresa Hanika
Editorial: Penguin Random House
Ediciones: Suma de letras
Año de publicación: febrero de 2018 (español)
Tiempo de albaricoques es una novela escrita por Beate Teresa Hanika en la que intenta reconstruir lo que en un pasado muchos judios y alemanes vivieron mientras se daba la Segunda Guerra Mundial. Un conflicto que afectó de una forma u otra a todos los paises del mundo. La historia se desarrolla en Viena y es contada en primera persona por el personaje de Elisabetta Shapiro; mujer judia que sobrevive a la emboscada que sufrió su familia un febrero de 1945 mientras ella se encontraba fuera de casa. Durante la lectura, el lector puede conocer cómo vivían los judios y alemanes durante este periodo, gracias a la técnica de retrospección, recurso que quizás la autora de esta novela no supo utilizar a la perfección.
Mientras se avanza en la lectura conocemos a varios personajes que viven en el recuerdo de Elisabetta, quienes son los que guian la historia de nuestra protagonista. Nos vamos dando cuenta lo lastimado, atropellado, y confundido que se encuentra nuestro personaje principal. Nos enfrentamos a una mujer insegura de su aspecto y su potencial, que constántemente se compara con sus hermanas quienes la atacan severamente en su mente.
Tiempo de albaricoques nos habla sobre la amistad, la familia, la soledad, sobre la injustica y el racismo.
En mi opinión no me llegó la historia. Sentía que los personajes fueron construidos de manera muy superficial y que se pudo explotar y explorar más la idea de la Segunda Guerra Mundial. No digo que se debió convertir en una novela histórica, pero sí dar detalles que ayuden al lector a entender qué era lo que se pretendía lograr o no con este conflicto tan aterrador y en lo que todos los paises vivieron o tuvieron repercusiones.
No obstante, tengo que admitir que esta lectura me pareció familiar (su técnica) con la obra teatral «Los soles truncos» del dramaturgo puertorriqueño René Marqués. Debo aclarar que la historia, el problema y los personajes no son similares pero, la técnica de la retrospección, el uso del fuego y el tiempo como símbolos princiaples y el constante diálogo con personajes ausentes, muertos pero que siguen dominando al personaje principal, todos esos detalles hacen que guarden relación o que solo yo vea la coneción.
Es en esto último que entiendo que se trata el ejercicio de leer; en esa capacidad que el lector desarrolla para hacer conecciones e interpretar según sus experiencias de vida.
Si te interesa las historias que se desarrollan durante la Segunda Guerra Mundial y tienes poco tiempo para leer y deseas hacerlo pero que el proceso no se haga muy denso, te recomiendo esta novela.
Para finalizar, compartiré dos citas que me tocaron la fibra mientras leía.
«Dios nos protegerá, Dios borrará las pistas y tendrá compasión. Pero a veces Dios no tiene compasión. A veces Dios juega a un juego cruel. Quizá porque toda la naturaleza lleva dentro la necesidad de destruir. También la suya».
(página 254)
«… Algunos tenían agujeritos de gusanos, pero decidí hacer la vista gorda como símbolo de que también el mundo, por principio, hacía la vista gorda ante la maldad».
(página 40)
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